Es
exagerado en cuanto a la prevención o al cuidado, que tienen las personas que
estarán en el juego, cuando tienen conocimiento de que una determinada personas
dirigirá las acciones a fin de que se les respete el orden dentro del lugar de
competencia. El nombre de lo antes expresado suele llamársele temor. Ese recelo
no es nada favorable para ninguna persona de lo que actúan en las actividades
deportivas; quien emite el temor, así como quien lo percibe padecen de
situaciones, que no le permiten un rendimiento al máximo, y con la efectividad
que se espera se desarrolle según lo programado y visualizado en los
entrenamientos. El talento con disciplina no debe ser mitigado por otras
acciones o por presencias que no generen confianza.
Un valor de mucha importancia, que permite a las personas reconocer, aceptar, y apreciar las condiciones del resto de los atletas o de quienes están en los escenarios es el respeto. Lo que deben tener, que ganarse de manera mutua los responsables de hacer cumplir la normativa de la competencia, así como también el resto de las personas que convergen en las actividades deportivas. Dicho respeto, como principio debe sentirse en primer lugar: así mismo cada quien, es el inicio, es donde cada persona debe comenzar. Seguidamente el respeto, debe sentirse por el resto de las personas. De igual manera, en ambos casos como valor debe ser ganado. Como expresan algunas personas, “el respeto se gana, y se debe ganar.” Por lo cual debe haber disposición de hacerlo en todo momento y para todas las personas.
En sentido general, hay que compartir, emitir valores, que haya el respeto entre todos los actores de las distintas actividades deportivas; que cada persona respete a su prójimo, que se gane el respeto con la mejores de las actuaciones, que el placer de participar en las competencias deportivas sea pleno en cuanto a las ganas de hacerlo. Que no haya temor, más allá de aquel que se siente por Dios. Que entre los prójimos, los que convergen en los escenarios deportivos sólo prevalezca el respeto mutuo. Amigos y amigas, muchas gracias por la lectura, y hasta la próxima oportunidad. Para contactos en Facebook José E. Cedeño Gonzalez.
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