Desde
hace algún tiempo el deporte de mayor práctica en el país ha estado bien movido
en todas sus estructuras; de una u otra manera el fútbol de salón se ha hecho
sentir. Para algunos no es la forma que esperan o a ellos no le parece; son
múltiples las opiniones que se extienden en el amplio mundo de las redes
sociales. Algunos emiten opiniones bajo algún seudónimo, como para no
comprometerse con lo que dicen; otros lo dicen de forma abierta, solo que sus
letras o frases no cumplen con la veracidad correspondiente. Otros más osados
opinan hasta con groserías, bajo una justificación de que así son ellos.
Olvidan que son personas naturales con personalidad pública; además que lo que
ellos escriben está al alcance de ser leído por niños y adolescentes; quienes
son los más frágiles de nuestra sociedad y necesitan de nuestro ejemplo de
manera permanente.
No
debemos ampararnos en la libertad de expresión para decir cualquier sarta de
groserías. Deberíamos hacer lo contrario para dar a conocer lo elegante de
nuestro deporte y sus protagonistas. Es necesario dibujar con la palabra
escrita, cuanta belleza existe en el deporte del presente siglo. Aun cuando la
mayoría sabe que nuestro deporte no tiene competencia, ni iguales, es necesario
que se siga diciendo pero con fundamento, ya que seguimos formando personas de
generación en generación. Debemos dar el ejemplo y unirnos en los colores de
las tarjetas, que son los mismos de nuestra bandera en el caso de Venezuela.
Estas
líneas mucho costaron para hacerlas una realidad, ya que la belleza
arquitectónica que desempeñan los y las salonistas en el rectángulo de juego,
alcanza para mucho resaltar; pero no quedó de otra, y ya es una realidad. Del
resto es una necesidad colocar control al teclado en función de que hagamos lo
humanamente posible por resaltar lo mejor de nuestra gente; y lo que haya que
reclamar o corregir se haga de la manera correspondiente. Podemos demostrar que
si es posible resaltar lo nuestro; el cambio comienza por nosotros mismo y
podemos hacerlo; nuestro ser lo exige, lo reclama, y lo mejor es que lo
escucha. Para contactos @joseceden.
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