La
norma general es que los equipos juveniles, y los de adultos estén conformados
por jugadores o por futsalonistas, que tengan conocimiento general de como es
que se debe desempeñar un atleta en el rectángulo de juego, es una excepción
que algunos quintetos tengan jugadores que no conozcan lo básico y tengan
eficientes habilidades en cuanto al desarrollo del juego, con el firme
propósito de ganar o salir con ventajas mas allá de los puntos que se disputan
en cada oportunidad de la sana competencia, según el propósito de los
entrenadores y dirigentes, mas el ímpetu de que pone cada salonista en su
accionar.
Lo anteriormente
dicho no deja dudas, en cuanto a que las personas en edad adulta para poder
desempeñarse, como jugadores regulares en sus respectivos equipos deben
aprender a jugar para disfrutar de la oportunidad que otorga quien dirige cada
quinteto del fútbol de salón en los distintos campeonatos o intercambios
oficiales; siendo así, entonces es necesario que nuestros entrenadores realicen
una preparación cónsona para la transformación de la sociedad que mas que ganas
necesita condiciones para cuando deje las categorías infantiles, que es la
etapa en la cual debemos hacer el énfasis general de la formación de nuestra
sociedad.
Todos
sin distinción quieren los mejores atletas; además, que todos los seres humanos
que en alguna oportunidad realizan a actividad física, también están prestos
para estar en el selecto grupo de los mejores; en primer lugar haciendo una
real competencia interna con el mismo atleta, y luego su formación dirigida que
le permita superarse y superar incluso al resto de sus aliados de equipo. En
ese sentido es necesario que comencemos a reconocer nuestras debilidades, y
vistas estas debemos unirnos para superar las mismas, donde deberíamos comenzar
por la evaluación correspondiente con personal externo e interno que nos
conlleve a pensar en la excelencia y el respeto al ser humano. Amigos lectores
gracias y para contactos @joseceden.
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