
Las
chicas del seleccionado nacional fueron a Colombia a punta de sacrificio. Desde
la salida de sus hogares ya las nuestras sabían que debían superar algunas
dificultades para poder hacer presencia en el evento que reunirían a las
mejores féminas del salonismo de Suramérica. Pese a ello, aceptaron el reto,
fueron con el trajín de lo que significa estar muchas horas en carreteras,
además de otras cosas que escapan de la Fevefusa y de la selección misma.
Gracias a Dios, a la disposición de la Alcaldía de Lobatera, y otros que
suficiente aportaron para que la selección entre otras cosas tuviera un nuevo y
atractivo uniforme para la competencia.
Las
chicas, fueron, jugaron, gustaron, y ganaron el título de campeonas; luego
regresaron y a su encuentro con los venezolanos fue en Lobatera, donde
recorrieron en caravana por toda la ciudad, y visitaron todos los centros
educativos del municipio, compartieron con toda la comunidad, quienes se
enteraron de la gran gesta del salonismo nacional de Venezuela. El broche de
oro lo colocó la primera autoridad del municipio Lobatera del estado Táchira,
la Dra. Natalia Chacón, cuando en rueda de prensa con medios locales,
regionales y nacionales declaró al municipio como la casa de la selección
nacional femenino, y en presencia de las subcampeonas mundiales y campeonas
suramericanas.
Las
campeonas contactaron, saludaron, y compartieron; no importó para ellas, si el
andar era en vehículo automotor o en a pie, lo bien importante es que tanto
ellas como para sus coterráneos se sintieran como parte del pueblo y que vieran
que las metas estaban alcanzadas aun cuando los objetivos siguen vigentes ya
que es de mucha importancia para todos significar que esto sólo es posible, cuando
el deporte es del pueblo y por eso son indetenibles sus actores. Amigas y
amigos lectores muchas gracias por compartir esta lectura y hasta la próxima.
Para contactos @joseceden.
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