Campeonas del I Campeonato Suramericano de Fútbol de Salón Femenino,
Colombia 2015. Marinel Arguinzones, Narvelis Rondón, Yessica Rodríguez,
Gabriela Viloria, Mireya Fermín, Alejandra Prieto, Astrid Miquilena, Andreina
Peraza, Yuceilys Camargo, Karla Romero, Grecia Mendoza, Yaritza Larez, acompañadas
de Oscar Villamizar, Ángel López, Carolina Moreno, Agner Parra, Armando Millán,
y del amor propio de cada uno de los venezolanos que en el juego final gritaron
los goles.
Por
donde comenzar con esta columna pudiera ser bien fácil para muchas personas. Este
servidor afirma que en otros tiempos pudiera ser de la misma manera, solo que
la emoción que embarga mis sentimientos en esta oportunidad casi que no da para
el uso del teclado, lágrimas de alegría llegan con la intención de endulzar
cada momento visualizado. La felicidad embarga a la familia salonista de
Venezuela, y no es para menos, más de treinta millones de venezolanos
representados por la selección nacional de fútbol de salón femenino, están
identificados como campeones.
Como
dicen los chamos de las comunidades existentes en los puntos cardinales o en
toda la geografía nacional, todo desquite tiene un agradable sabor. Las chicas
de la selección nacional de Venezuela, solo creyeron en ellas, y en la
disciplina del equipo técnico que las dirigió en tan importante evento
internacional; creencia y disciplina, hubo un gran equilibrio, que las llevaron
a posesionar el trofeo de campeonas suramericanas. Cada juego representaba una
oportunidad para seguir creciendo, cuya motivación hacia más alcanzable el
pedestal de la gloria, lugar a donde sólo llegan las ganadoras, como es el caso
de la selección que en esta oportunidad representó al gentilicio venezolano.
Son
muchas las lecturas que bien pudiéramos dar a este equipo de grandes campeonas;
lecturas que ya tendrán su oportunidad para expresar en otro escenario; por lo
pronto debemos seguir aupando y decir que no solo tenemos al equipo campeón,
sino que además, la mejor portera del mundo se posesionó como la defensora de
la portería menos goleada con apenas dos tantos, Marinel Arguinzones es
venezolana y defendió con gallardía y mucha responsabilidad la portería
nacional, también como suele hacer regularmente anotó un golazo en la gran final,
gol que dejó a más de uno claro y sin vista. Cuando refiero que es la mejor del
mundo no es por lo que acaba de hacer en el Suramericano; es porque sus
características de juego dio para demostrarlo en el evento que reúne a los
mejores del mundo.
No
sólo la señorita Arguinzones es de resaltar en, todos son protagonistas, cada
una de ellas colocó su mejor accionar en función de conquistar lo deseado, es
una selección con todo lo que se espera de un verdadero equipo de alta
competencia. Gracias a ustedes mis muchachas y mis muchachos de Venezuela, no
tendremos con que pagar lo mucho que ustedes han dado por el país, así como es
no comprable, también es impagable esa acción; ya forman historia positiva del
deporte del país, pero sobremanera del fútbol de salón, el deporte del siglo
XXI. Ustedes son heroínas y héroes de Venezuela. Amigos lectores gracias por la
lectura y hasta la próxima oportunidad, para contactos escriban a @joseceden.
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