
Sucede en
algunos casos, que no se valora de la forma correspondiente al talento humano
con el que se cuenta en las organizaciones deportivas, sean estos: jugadores,
entrenadores, personal de apoyo, e incluso el personal gerencial. Para ampliar
un poco más, se pierde hasta la fanaticada, la cual en cada oportunidad motiva
según alguna necesidad que requiera el equipo, o alguien en particular. En
contraposición, para que estas situaciones no dejen malestar, incomodidades o
lamentaciones dentro de quienes forman parte de las distintas organizaciones, se
debe valorar en sentido amplio y aprovechar de la mejor forma a quienes están
formando equipos de trabajo y cuyo propósito es triunfar.
Que no
haya lugar para las lamentaciones, cuando llegue el momento de la retirada o de
decir hasta luego. Es de mucha elegancia, que cada despedida se haga en los
mejores términos, de tal forma, que se pueda decir en tiempos futuros o
presentes: estuve allí trabajé con un gran equipo, me siento satisfecho de
haber aprendido de la sabiduría que demostró en entrenador y su equipo de
trabajo, e incluso la gerencia de la organización es de primera y te hace
sentir como en familia. Amigas y amigos lectores, estamos obligados a
transformar, a cambiar paradigmas para conquistar espacios que dejen
satisfacción plena en cada uno de nosotros. Gracias por la lectura, y hasta la próxima
oportunidad, para contactos @joseceden.