En
el intento posible de hacer fútbol de salón espectáculo falta mucho que
analizar por quienes se consideren dueños de alguna verdad en ese sentido,
donde no debe dejarse de lado de proyecto a alguno, a ninguno de los
protagonistas del deporte más practicado de la geografía nacional venezolana.
Muchos quieren, todos quieren, la mayoría quieren, solo que aún las cuentas no
están claras en ese sentido. Mucha agua por pasar debajo del puente hace falta;
además de buena disposición, para que el proyecto del deporte espectáculo se
inicie, se fortalezca y se mantenga como hasta ahora lo han logrado otros
deportes en el país.
¿Hasta
dónde se quiere llegar, y que hace falta para lograrlo? Son dos preguntas que
deberían tener varias respuestas con distintas lecturas, para que, quienes se
embarcan en la carroza del fútbol de salón espectáculo, avancen con la menos
cantidad de traumas posibles por la ruta de tan ambicioso proyecto. En tiempos
como los presentes, es necesario hacer el negocio que permita vaciar el
bolsillo y llenar la mente, para que luego se llenen los bolsillos y también la
mente. En Venezuela están los jugadores de primer orden, tanto en masculino
como en femenino, ambos en adultos. Árbitros de primer nivel en cuanto a la
competencia personal y actos para trabajar en el fútbol de salón espectáculo.
Quienes llenan las tribunas también están, solo que se debe hacer la posibilidad cierta de motivar, y enamorar de tal forma, para que éste asista a las gradas en función de apoyar no sólo a los equipos, sino también al propio espectáculo del cual es merecedor de quien paga para ver lo mejor de la competencia. Es posible hacerlo, solo que debemos responder lo que desde hace buen tiempo busca las respuestas adecuadas en cada uno de quienes están dentro y fuera del fútbol de salón. Trabajemos por llenar las tribunas, ya que seguimos teniendo los mejores de todos quienes se desempeñan en el rectángulo de la competencia. Amigos lectores, gracias por el tiempo disponible para este espacio, para contacto @joseceden.
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