Un
adolescente de 13 años de edad, con rostro de mucha tristeza se acerca a quien
suscribe este espacio. Luego del saludo correspondiente
preguntó: ¿Señor con cuantos jugadores
un equipo puede comenzar un juego? Después de mi respuesta, éste me hizo saber,
que a su equipo no lo dejaron jugar porque ellos tenían solo cuatro jugadores
para comenzar. Además manifestaba que ellos tenían muchos deseos de jugar,
regresaron a sus casas y hacer las caimaneras en la calle.
El principio de Interés Superior de Niños, Niñas y
Adolescentes, “es de obligatorio
cumplimiento en la toma de todas las decisiones concernientes a los niños,
niñas y adolescentes. Este principio está dirigido a asegurar el desarrollo
integral de los niños, niñas y adolescentes, así como el disfrute pleno y
efectivo de sus derechos y garantías.” Señalado este extracto de la Loppna en
su artículo número ocho; hace necesario que se reconozcan las fallas y se
corrijan los errores que en nada ayudar al desarrollo y recreación de nuestros
muchachos, que a diario decimos son el futuro de nuestra sociedad. Quizás la
normativa que encausa la competencia deportiva “infringida” por los equipos,
contradice el reglamento de juego.
Lo
cierto del caso es que, haciendo un breve análisis, posiblemente, no solo se
deja sin el derecho de hacer deporte a dieciséis adolescentes, sino que además
se priva del derecho a recrearse a una cantidad importante de niños y
adolescentes, que estaban dispuestos a disfrutar de dicho encuentro. Queda para
la reflexión la corrección que se debe hacer en función de no colaborar
atrofiando los derechos de los más débiles de la sociedad, de quienes necesitan
de manera permanente de nuestro apoyo en función de tener una mejor sociedad. A
diario decimos que “hacer deporte es hacer patria”. También es de recordar que
el deporte es parte integral de nuestra sociedad. Amigas y amigos lectores
gracias por la gentileza de leer este espacio, para contactos @joseceden.
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