En algunas regiones venezolanas, ha sido una
constante revisar los motivos por la cuales no ha sido suficiente el
crecimiento en cuanto a la materia competitiva del deporte más practicado del
país. En ese sentido un referente bien importante lo tienen los dirigentes del
estado Delta Amacuro, quienes como parte de su historia salonista tienen un
antes y un después. Dos etapas que fueron superadas luego que sus dirigentes,
árbitros, jugadores, y representantes analizaron y observaron en función de
priorizar sus necesidades. La primera y principal necesidad, fue acordar como
hacer las distintas actividades del fútbol de salón.
Los acercamientos han estado presentes, pero aún
no se han cristalizado del todo; algunos factores han impedido que no se avance
en lo que la desea mayoría, en beneficio del deporte y su gente. Pero lo bueno
es que está presente la intención para que las situación mejore, para que
grandes y chicos, mujeres y hombres crezcan en todos los sentidos. Es una
necesidad para todos; esa bandera alguien debe tomarla, y como mediador, hacer
la posibilidad que predomine el respeto y que prevalezcan el engrandecimiento
de la gran familia del fútbol de salón de cada región y por ende de Venezuela.
El camino es el acuerdo de voluntades por parte
de todos los protagonistas del deporte en particular, ya que esto enrumbará a
todos y además será el fiel reflejo a seguir por otros. Eliminemos los traumas,
superemos las adversidades que en nada nos ayudan y seremos triunfadores. En
esta oportunidad es necesario no señalar en particular a ningún otro más allá
de lo que han hecho los hermanos del estado Delta Amacuro, donde la columna ha
formado parte de los instrumentos que son presentados en algunos conclaves.
Amigos lectores para contactos @joseceden.
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