Hace
algunos años, cuando el fútbol de salón federado del estado Bolívar buscaba
nuevos horizontes; en ese trajinar que nos conlleva el deporte más practicado
de Venezuela, tuvimos la oportunidad de conocer a la Profesora Flor Cortez de
Valor; mujer que no solo se dedicó a la docencia, a enseñar el abecedario de
muchas generaciones en la ciudad de Upata, sino que también se propuso como
tarea apoyar e impulsar el fútbol de salón de su localidad. Ella, incentivó no
solo a la comunidad, sino también a su familia; algunos de ellos se
desarrollaron como árbitros, otros como entrenadores, y la mayoría como
jugadores.
La
profesora Flor, se ganó el cariño, el respeto y el reconocimiento de los
salonistas del municipio Piar. Sus conversaciones dan para entender, que con
trabajo y buena voluntad se gana el afecto, y la participación voluntaria de
las personas en los proyectos. Ella es un ejemplo de que no es necesario estar
en la junta directiva de alguna organización para aportar e impulsar de buena
manera. Los encuentros de fútbol de salón en la cancha Miranda, siempre cuentan
con ella, como una aficionada de lujo de este deporte en los alrededores de la
cancha, apoyando y compartiendo para que las actividades cada día sean de lo mejor.
La
cancha Miranda, reconstruida y rebautizada con el nombre de cancha
Polideportiva Jean Frank Valor, ubicada en la calle Miranda de Upata, también
es producto de la lucha, que ella, la familia Valor, y la comunidad epátense se
propuso para que hicieran un espacio deportivo digno de la juventud del
municipio Piar. La Profesora Flor es una mujer de consulta obligada; aun cuando
ella manifiesta que la juventud ha crecido lo suficiente, como para hacer que
sus ideas sean efectivas, y tomados en cuenta sus proyectos. Amigos lectores,
será hasta l aproxima ocasión, para contactos @joseceden.
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