lunes, 23 de abril de 2018

SABER LO QUE SE TENÍA

Se expresa en el argot popular, que “nadie sabe lo que tiene hasta que lo ve perdido”, es una frase por demás de interesante, que en muchas oportunidades ha dejado un aprendizaje bien importante. Sólo que, algunas personas se dan cuenta de esto, cuando ya de forma sincronizada, silbato y cronómetro de algunas acciones hacen saber que culmino una importante etapa de la preparación. Las distintas organizaciones deportivas dejan que miembros de su organización marquen la pauta diciendo hasta luego, y en algunos casos es un adiós sin retorno. Dejando con esto pérdidas en cuanto a la inversión realizada por un importante equipo de trabajo, que hacen saber que la pérdida no sólo fue económica, sino que es mucho más allá, donde está incluido el tiempo y sus horas hombre.

Sucede en algunos casos, que no se valora de la forma correspondiente al talento humano con el que se cuenta en las organizaciones deportivas, sean estos: jugadores, entrenadores, personal de apoyo, e incluso el personal gerencial. Para ampliar un poco más, se pierde hasta la fanaticada, la cual en cada oportunidad motiva según alguna necesidad que requiera el equipo, o alguien en particular. En contraposición, para que estas situaciones no dejen malestar, incomodidades o lamentaciones dentro de quienes forman parte de las distintas organizaciones, se debe valorar en sentido amplio y aprovechar de la mejor forma a quienes están formando equipos de trabajo y cuyo propósito es triunfar.

Que no haya lugar para las lamentaciones, cuando llegue el momento de la retirada o de decir hasta luego. Es de mucha elegancia, que cada despedida se haga en los mejores términos, de tal forma, que se pueda decir en tiempos futuros o presentes: estuve allí trabajé con un gran equipo, me siento satisfecho de haber aprendido de la sabiduría que demostró en entrenador y su equipo de trabajo, e incluso la gerencia de la organización es de primera y te hace sentir como en familia. Amigas y amigos lectores, estamos obligados a transformar, a cambiar paradigmas para conquistar espacios que dejen satisfacción plena en cada uno de nosotros. Gracias por la lectura, y hasta la próxima oportunidad, para contactos @joseceden.

jueves, 5 de abril de 2018

MÁS TRABAJO MÁS SUERTE

En muchas ocasiones observando los efectos de algo se puede llegar a conocer las causas que lo generaron. De lo escrito anteriormente se tiene mucho fundamento en los deportes, y esto se puede observar a diario en los atletas de los distintos niveles de las competencias, sean estas de carácter individual, o por lo desarrollado en las competencias de equipos. Quien suscribe la presente columna ha podido escuchar en muchas ocasiones a Otilia (mi mamá) que dice: “mira hijo por algo suceden las cosas.” Ciertamente tiene mucha razón, ya que, si se hace un análisis de los sucedido, se podrá conocer del porque de los resultados,

En un una oportunidad observando un juego de fútbol de salón, escuché conversación de unos aficionados, los cuales se referían a los guayaneses Axxel Fuentes y Nelson Méndez entre ellos se dijeron: “caramba que suerte tuvo el portero Axxel, tu viste como impidió ese gol en el último instante de juego”. Mientras el otro le ripostaba: “no chico, mas suerte tiene Nelson, observaste como ese balón se le quedó enganchado en el pie para hacer ese gol”. También de la mirandina Marinel Arguinzones, portera de la selección de fútbol de salón de Venezuela, escuché desde unas tribunas, que alguien dijo de forma muy expresiva, “que suerte tiene esa portera, como logró anotar ese gol”. Esto que se recuerda ahora, de esta terna de salonistas, hace la posibilidad de escribir con relación a lo que creen algunas personas sobre los resultados que se obtienen de las competencias, o lo que logra alcanzar algún atleta. Son muchas las horas que se emplean en los entrenamientos, como para decir que un deportista en competencia tiene suerte.

 Yo creo bastante en la suerte. Y he constatado que, cuanto más duro trabajo, más suerte tengo”. Son palabras del expresidente de los Estados Unidos Thomas Jefferson; no se necesita de mucho análisis como para entender lo anteriormente citado. El autor de la presente columna tiene la seguridad, que si no hay disciplina detrás de cada propósito es imposible conseguir los resultados planificado por cada equipo de trabajo. Que el talento cuenta, es verdad, pero si se suma la disciplina a éste, ya se tiene en gran medida lo que se espera. No es casualidad que en el último momento se anoten goles, o se impidan los mismos a los equipos contrarios;  todo es producto de la causalidad, que se ve reflejada en todo cuanto se hace para llegar a la cúspide. Si nos detenemos a observar, lo que hay detrás de los deportistas y sus equipos de trabajo para conseguir los objetivos, probablemente no se hicieran juicios a favor de la suerte de los deportistas. Amigos lectores para contactos @joseceden.