En
la construcción del camino que nos conduzca a la cristalización de todo
proyecto, no debería faltar ninguno de los actores del mismo. Tampoco debe ser
como lanzar una moneda al aire con aparente posibilidad de que esta caiga de
canto sin proyectar arquitectónicamente esta posibilidad. ¿Será que
avanzaremos? Claro que si avanzaremos. Solo que no se sabe cuál será el
resultado final de este avance el cual ahora nos damos la posibilidad de
proyectar y desarrollar. Lo que en realidad se busca con las distintas
situaciones al parecer es más protagonismo individual que el propio apoyo a
cada uno de los principales actores de este gran escenario que tiene nombre y
apellido como lo es el Fútbol de Salón.
Cada
una de las regiones continentales, donde hasta ahora se desarrolla nuestro
deporte, despliegan importantes aportes a favor de nuestro deporte y su gente;
algunos dirigentes se adueñan de la mayor acción para que el Futsal se vea como
la actividad deportiva del presente y del futuro. También es justo reconocer,
que en la mayoría de los casos el trabajo en equipo es lo que ha prevalecido y
así será siempre. Nuestro deporte es un trabajo de equipo y de esa forma debe
funcionar en toda su estructura, de tal manera que la solides de los éxitos se
mantengan en el tiempo.
Para
mantenernos en la posición deseada, requerida y en el tiempo; debemos trabajar
para fortalecer el éxito alcanzado; además de no olvidar los errores y los
fracasos, estos deben servir de lecciones para seguir avanzando en buena medida,
de tal manera que el avance sea para el servicio de la gran mayoría de los que
convergen en esta actividad como lo es el fútbol de salón, y hagamos de verdad
que este sea el deporte del siglo XXI. Dos palabras pueden resumir mi consejo
para la oportunidad: sigamos adelante. Pero sigamos adelante desarrollando la
luz de la esperanza para los que están y para los que no están. Amigos lectores
hasta la próxima y para contactos @joseceden.