Una
de las personalidades que no busca protagonismo en el fútbol de salón, son los
encargados de llevar el orden, y los números con los resultados del juego
dentro del rectángulo. Allí donde los salonistas son los encargados cual
arquitectos de trazar jugadas de la mejor forma en cada oportunidad ordenada o
ensayada por sus directores o entrenadores. Si los señores encargados de
dirigir con el silbato pasan desapercibidos durante el desarrollo de la
actividad competitiva es mucho mejor para ellos.
Por
lo general vemos a los señores árbitros en cada competencia, que cumplen con la
normativa reglamentaria que tienen que ver con la uniformidad, que ordena la
regla número 4, del reglamento que rige el deporte más practicado, el de los
campeones mundiales en masculino, el fútbol de salón. Los amigos árbitros, son
los primeros en cumplir con la uniformidad, y lo hacen de forma impecable en
cada oportunidad que les corresponde salir a dirigir el juego asignado por las
autoridades correspondientes, de tal forma que son un ejemplo a seguir.
Así
como se dijo en días pasados, es bien visto por un número importante de
personas, que nuestros amigos los árbitros, al igual que los entrenadores y las
entrenadoras deben estar de moral y fluses, sólo que en el caso de nuestros
amigos los árbitros y quienes fungen cono actuantes en la mesa de control, lo
moral debe ser como hasta ahora en buena referencia, y en el caso de los fluses
lógicamente fuera de las canchas de juegos de la alta competencia. En algunos
países es de obligación, que para competencia nacional los árbitros deben estar
formalmente vestidos; así como es en cada competencia internacional; de lo
dicho aquí puede dar certificación los árbitros venezolanos que han estado en
las distintas competencias internacionales donde han estado presentes.
Es
de lógica que el traje no le hará mejor o peor arbitro dentro del rectángulo de
juego, pero si es bien cierto, que su personalidad dentro del ámbito deportivo
tiene un perfil de respeto que se consigue con el comportamiento, que hasta
ahora nuestros árbitros nacionales han conseguido con la disciplina que cada
uno se ha comprometido consigo mismo a seguir. Es de repetir que también el
personal técnico también debe ser de moral fluses en su debida oportunidad.
Amigos lectores muchas gracias por la lectura y para contactos escribir @joseceden.