domingo, 8 de mayo de 2016

LOS NIÑOS JUEGAN PARA APRENDER.


Es un vivir extraordinario observar en las distintas canchas de cada comunidad, en los distintos fines de semana, como se divierten los niños corriendo detrás de un balón de fútbol de salón con la sana intención de recrearse, compartir, vivir algo distinto y agradable para contar a sus familiares y a sus otros amiguitos con quienes comparten en la escuela y en la comunidad; eso y solo eso, es en esencia su pensar, su principal pensar. Pero los encargados de dirigir sus competencias modifican en cierta medida sus pensamientos, y hacen lo posible que los niños hagan la posibilidad de competir en lugar de recrearse.

Los niños juegan para aprender y esa debe ser una constante, por lo cual deben preocuparse de atender cada uno de sus entrenadores y dirigentes de los equipos de los niños, deben estar pendientes de que sea su prioridad, que cada oportunidad de estar en la cancha sea para recrearse, para crecer en valores con sus semejantes, incluso más allá de las características de las competencias, de los llamados y las ganas de ganar, que por lo general impulsan los adultos en los más pequeños de la casa. Ayudemos a los más pequeños a compartir en la acción que se desarrolla en las canchas en cada juego, y con ellos ganaríamos que nuestra gente crezca de forma integral.

Una tarea más, que debe ser impulsada por todos, algunas regiones pudieran nombrarse como pilotos en ese sentido, ya que sus dirigentes y sus entrenadores han demostrado que ganas de hacer las cosas de manera distinta a favor de nuestra sociedad es posible. Procuremos una mejor sociedad, procuremos mejores personas, enseñemos a nuestros niños como mirarse y como mirar a los demás; pero primero despojémonos de todas aquellos pensamientos que en nada nos ayudan como personas. Amigos lectores para contactos escribir al @joseceden.

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